viernes, diciembre 29, 2006
martes, diciembre 26, 2006


Tortillas de ciudad (sólo un pretexto)
El pasado 24 de diciembre fuimos a la tortillería más cercana a la casa. Me coloqué en el mostrador y me di cuenta de que había una mujer atendiendo en el lugar.
Mariana: Buenas tardes, ¿me da una docena de tortillas, por favor?
Mujer: (Con cara de ¡qué ignorante es esta chamaquita!) ¡Aquí no vendemos por docena!
Mariana: Bueno, ¿cómo venden aquí?
Mujer: ¡Aquí vendemos por kilo!
Mariana: Ah, ¿a partir de un kilo?
Mujer: No, un kilo, medio kilo, tres pesos...
(¿kilos, pesos?, ¿peras, manzanas?)
Mariana: ¿Y cuánto pesa una docena?
Mujer: (risas burlonas)
Mariana: ¿Me puede decir cuánto pesan doce tortillas?
Mujer: (Toma doce tortillas, las avienta en la balanza) Aquí hay doce tortillas, y pesa tres pesos...
Mariana: Está bien... deme los tres pesos de tortillas, por favor.
Y me fui con mis tres pesos de tortillas, que fue la docena que yo había pedido en un inicio.
¿No era más sencillo desde un principio tomar doce tortillas y decirme son tres pesos?
¿O me vi muy pe...z?
viernes, diciembre 22, 2006


miércoles, diciembre 06, 2006

"The Big O"
El 6 de diciembre de 1988 recibí uno de los sustos más grandes cuando un locutor (Carlos Martínez Córdova, la voz atrapada en tu radio) dijo "el mundo de ha puesto de luto"... y puso una canción de Los Traveling Wilburys, con lo cual nos indicaba que cualquiera de los 5 podía haber muerto. Finalmente después de unos angustiantes anuncios, regresó con la noticia de que Roy Orbison, poco después de la puesta en venta del primer disco de los Traveling Wilburys, había muerto de un ataque al corazón.
lunes, diciembre 04, 2006

miércoles, noviembre 29, 2006


to make me feel bright
It's got me suffering in the darkness
That's so easy come by on the road-side
of a long life-time
It's got me deep blue
You know I'm deep blue..."
-George Harrison (Deep blue, 1971)
Hace quince años, cuando yo tenía tan sólo 12, encontré una fotografía que me presentó una imagen que es ahora imborrable para mi memoria y para el pulso de mi vida. Un atractivo joven de atuendo vaquero que sonreía frente a la cámara me decía que se quedaría conmigo para siempre... ¿quién es él?... George Harrison. Por medio de esa sonrisa, por conducto de aquella mirada sensual introduje a Los Beatles en mi vida. Él era el joven de 22 años que podía verse en la contraportada de un disco emblemático, el "Rubber Soul" de 1965.
En 1986 emprendí un camino que me ha llenado de emociones y deseos, que me ha permitido ser quien soy. Con George Harrison inicié el camino sin retorno que me hizo entender el inglés sin haberlo estudiado, que me llevó a Inglaterra y rompió para mí las barreras que impone la geografía, él fue el que por medio principalmente de su música y los mensajes que la acompañan me mostró ideas, pensamientos y "sentires" renovados sobre la vida, el amor y Dios.
Él estuvo ahí al lado de otros amigos para levantarme el ánimo cuando en aquellos años de secundaria pensaba tempranamente que el amor no llegaría,
"Go do it,
got to go through that door,
there's no easy was out at all . . .
still it only takes time
'til love comes to everyone..." (*)
él me ha acompañado desde que lo conocí y me ha regalado (a mí como a quien lo quiera escuchar) muchas de las más significativas canciones que haya podido escuchar.
Él me introdujo a una serie de interesantes propuestas cinematográficas que motivaron mi permanente búsqueda por buen cine, algo que fuera diferente, ese cine que evoluciona, que muestra iniciativa y riesgo.
Muchos de los momentos mas intensos de mi vida han girado en torno a George. Recuerdo el día que llegué caminando a su mansión en Henley-On-Thames. Después de descender del tren que me había llevado hasta ahí, me encaminé en compañía únicamente de mi deseo y mi corazón latiendo con más alegría que nunca, en busca del lugar que soñara innumerables noches e innumerables días, el mágico pedazo de la Tierra que George había elegido para vivir en Inglaterra, a unas cuantas cuadras del lugar comencé a respirar inmersa en la calidez de la atmósfera que rodea Friar Park, su hogar. Llevo todavía dentro la sensación de inmensa felicidad que experimenté al encontrarme en el lugar donde él tuviera su estudio de grabación, su morada y sobre todo aquel mundo vegetal extensísimo al que se dedicó con tanto amor e inspiración durante veinte años o más.
En Watford, Inglaterra existe una maravillosa extensión de tierra y armonía. George donó a los Krishnas un lugar en el cual se difundirían las enseñanzas que a él tanta paz habían traído. Los jardines que rodean el templo se encuentran impregnados de la más amorosa energía, ahí tuve un impresionante momento de reflexión e introspección después de recibir los exquisitos y sencillos alimentos preparados por la comunidad que con el corazón en la mano nos invitó a mis amigos Adrian, Eduardo y Claudia y a mí.
Pensar en el día en que me encontré frente al número 12 de la calle Arnold Grove ubicada en Liverpool, donde el pequeño George llegó al mundo me hace recordar que la maravilla de los deseos es que se hacen realidad y que la magia existe.
El conocimiento de cada una de sus canciones y de sus discos marcó desde un inicio momentos de alegría infinita. Meses enteros de canto y baile por toda la casa. En un principio conseguir sus L.Ps fue una aventura palpitante, el "33 1/3" y el "Dark Horse" sobre todo representaron un reto. Posteriormente al ser editados sus L.Ps en Disco Compacto inició nuevamente la aventura, una aventura que no terminará nunca ya que cada que una de sus hermosas interpretaciones me acompaña renuevo la pasión que George me inspira e imprime a mi vida.
Otra de las increíbles búsquedas fue la que llevé a cabo del libro "I me mine", que jamás pude conseguir en su edición de lujo autografiada por Harrison. Sin embargo gracias a mi tío Arturo y a un viaje que realizó a los Estados Unidos hace más de diez años mi búsqueda terminó, ya que él me hizo uno de los regalos más fabulosos que haya podido recibir, una edición de pasta dura del "I me mine". De cualquier forma el autógrafo llegó después con otro libro, "George Harrison: live in Japan" otro tesoro viviente dentro de mi recámara.
Mis más increíbles amigos en el extranjero fueron encontrados en el fabuloso camino que marcaron los viajes. Gracias a George conocí a la bella Katerina otra de sus incansables admiradoras quien me invitó a su casa en Grecia, gracias a eso caminé por las impresionantes calles atenienses y los magníficos monumentos griegos a los cuales jamás había soñado en llegar.
El 29 de noviembre de este año, para mí no sólo murió un excelente compositor, un sensible artista, un amoroso guitarrista y un arriesgado productor cinematográfico, murió también un hermoso ser humano, un hombre genuino de fino sentido del humor que participó en el descubrimiento y la construcción que he realizado de mí misma. George ha dejado para mí enseñanazas que todavía debo seguir poniendo en práctica cotidianamente, pero sobre todo ha dado gran amor a mi mundo.
Durante dos día me hice la fuerte, creí entender lo que había pasado, creí asimilar las cosas muy inteligentemente, pero me hice daño. Ahora escribo este breve texto que tiene como fondo sus creaciones musicales, sus palabras. Lo escribo porque así me permito poner en orden algunas ideas y sobre todo me hace tomar conciencia de manera muy clara de que no tiene de nada de erróneo expresar el sufrimiento por la pérdida de alguien tan importante para mi vida.
Ahora me he permitido llorar lo que ni el viernes ni el sábado pude llorar tras luchar en contra de mí misma. ¿Es natural morir? sí, pero también es natural sentir profunda tristeza y un dolor desgarrador por la muerte de un ser al que se ama y que te ha dado tanto y por tanto tiempo y que sin saberlo te seguirá dando amor nota tras nota.
Your pain is now through
Please forget those teardrops
Let me take them from you
The love you are blessed with
This world's waiting for
So let out your heart, please, please
From behind that locked door"
-George Harrison (Behind that locked door, 1971)
(*) George Harrison (Love comes to everyone, 1979)
lunes, noviembre 27, 2006

El viernes por la tarde que fui por Eric compramos la Tiempo Libre y nos dedicamos a buscar algo diferente para hacer el previo de su cumpleaños. Vimos, para mi sorpresa, que las obras de teatro que más me interesaban estaban cobrando 250 por persona, lo cual me pareció exagerado. Tiempo atrás al ir al Teatro llegué a pagar a lo mucho 150 por boleto, ahora ya son casi 300 y en ocasiones más. Al revisar los detalles de "El cuarto azul" noté que decía ENTRADA LIBRE TODO NOVIEMBRE, lo cual hacía muy atractiva la idea de ir específicamente a ver esa obra de teatro y no las otras que originalmente me parecían atractivas pero por sus precios de entrada estaban más lejanas. Nos dimos una vuelta por el Teatro Julio Prieto (que tantos recuerdos me traía de mis primeros años de Beatlemaniaca porque ahí acudí a muchos conciertos de música Beatle) y vimos que no había mucha gente formada, nos fuimos a tomar un café a una cafetería "popof" que andaba por Nicolás san Juan y Diagonal de San Antonio, comimos deliciosos "cheesecakes" y nos fuimos a formar.
La fila iba creciendo de a poco y el caos se apoderó del lugar gracias a las "acomodadoras" del Teatro que se encargaron de armar un desmadre y permitir que los que habían llegado más tarde, pasaran antes de los que teníamos más de una hora formados. Un hombre muy cortés de la mejor de las formas dijo algo que parece lo más indicado cuando tienes educación "Por favor, aquellos que llegaron tarde, respeten a quienes llegamos antes" ¿correcto, verdad? Bueno, pues un hombre salido de no sé dónde le repondió al puro estilo barriobajero gritó "Ni le van a hacer caso... no ve que son perredistas, por eso yo no voté por López Obrador"... yo me quedé impactada ante tal razonamiento y ante tal muestra de inteligencia y vivacidad... digo... ¿qué tiene que ver todo esto con la navidad? Me sentí tan decepcionada de la gente... del país... de la situación, me dio una profunda pena ajena y vergüenza con aquellos que nos dieron la oportunidad de entrar gratis a ver teatro comercial de calidad.
viernes, noviembre 17, 2006
martes, noviembre 14, 2006

Érase una vez un maratón de cine...
Éranse los tiempos en que una E comentó con M la idea de hacer algo diferente. M pensó que la idea de E era grande y que tenía muchas posibilidades. M comentó a E que quería hacer realidad la idea, E pensó que la idea ya no le interesaba. M convocó a I, J, A, C, F a formar un grupo en el cual se vieran películas una tras otra durante varias horas, la idea era que cada asistente llevara una película sorpresa que compartiera con nosotros, lo importante es que tuviera una buena razón para llevar la película al recinto. Al principio los maratones fueron en casa de M, poco a poco se fueron abriendo otras sedes y se fue enriqueciendo la posibilidad de compartir. Se alimentaba el maratón con comida, botana, videos, libros, música y plática… El grupo de maratón se fue ajustando, A se fue, llegaron M y Y. C, llegó para quedarse. Los problemas que existen entre personas contribuyeron a un largo descanso de maratones que duró un año, un año entero de guardar tus mejores películas para mejor ocasión. Se retomaron los eventos pasado el año mencionado y poco a poco se trató de hacer crecer el maratón mensual. Hoy no hay maratón y lo extraño, quiero hacer algo al respecto y no sé qué… lo único que sé ahora, es que lo extraño harto harto… Hoy mandé un correo a los maratoneros, espero que haya respuestas favorables… lo deseo intensamente.
A continuación comparto un recuento de lo que fue la historia de ese maratón mensual que añoro…
Maratón 1
1. Jason and the argonauts (1963)
2. Rope (1948)
3. El Santo y Blue Demon contra el Dr. Frankenstein (1974)
4. Der krieger und die kaiserin (2000)
5. Adaptation (2002)
6. Reservoir dogs (1992)
7. Kissing Jessica Stein (2001)
Maratón 2
8. Animatrix (2003)
9. Clockwork Orange (1971)
10. Monty Phyton’s Life of Brian (1979)
11. Clash of the titans (1981)
Maratón 3
12. Memento (2000)
13. The crying game (1992)
14. Sliding doors (1998)
15. The dark crystal (1982)
16. The spy who loved me (1977)
17. Trainspotting (1996)
Maratón 4
18. Modern times (1936)
19. Cidade de Deus (2002)
20. The theory of flight (1998)
21. Sweet November (2001)
22. Bread and roses (2000)
23. Gossip (2000)
Maratón 5
24. Ravenous (1999)
25. Fight club (1999)
26. El espinazo del diablo (2001)
27. Tacones lejanos (1991)
28. Memorial zapatista (----)
29. Martín Hache (1997)
30. Birthday girl (2001)
Maratón 6
31. Léon (The professional) (1994)
32. A little princess (1995)
33. South Park: bigger, longer and uncut (1999)
34. Naked lunch (1991)
35. Concert for George (2003)
36. Ruslan i Lyudmila (1972)
Maratón 7
37. Enter the dragon (1973)
38. Pi (1998)
39. Yellow submarine (1968)
40. Breakfast at Tiffany’s (1961)
41. Requiem for a dream (2000)
42. Del olvido al no me acuerdo (1999)
43. The closer you get (2000)
Maratón 8
44. Dancer in the dark (2000)
45. Strangers on a train (1951)
46. Once were warriors (1994)
47. The color purple (1985)
48. Dobermann (1997)
49. The time machine (2002)
Maratón 9
50. Waking life (2001)
51. Labyrinth (1986)
52. Scarface (1983)
53. Baraka (1992)
54. Final fantasy: the spirits within (2001)
Maratón 10
55. Star Wars (1977)
56. Pulp fiction (1994)
57. Gattaca (1997)
58. El hijo de la novia (2001)
59. Brother Bear (2003)
60. Bowling for Columbine (2002)
Maratón 11
61. The nightmare before christmas (1993)
62. Lock, stock and two somocking barrels (1998)
63. The Wall (1982)64. Kill Bill Vol. 1 (2003)
65. No man's land (2001)
66. En un claroscuro de la luna (1999)
67. Star Wars - Episode V - The Empire Strikes Back(1980)
Maratón 12 (Aniversario: lo mejor de… )
*
Maratón 13
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"Churros":
68. Scary movie (2000)
69. Le pacte des loups (2001)
70. Unbreakable (2000)
71. The 51st State (2001)
72. Ringu (1998)
73. Scary movie 2 (2001)
74. Oxygen (1999)
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Maratón 14
75. American History X (1998)
76. El lado oscuro del corazón (1992)
77. Romeo + Juliet (1996)
78. Juana la loca (2001)
79. Nosferatu, eine symphonie des grauens (1922)
Maratón 15
80. Karakter (1997)
81. Amadeus (1984)
82. Le placard (2001)
83. Metropolis (1927)
84. 21 grams (2003)
85. Ju-on: the grudge (2003)
Maratón 16
86. Kill Bill 2 (2004)
87. Dial M for Murder (1954)
88. Usual Suspects (1995)
89. Asesino en serio (2002)
90. Kolya (1996)
91. La ilusión viaja en tranvía (1954)
Maratón 17
92. Underground (1995)
93. Nikita (1990)
94. El esqueleto de la señora Morales (1960)
95. Paul McCartney: the music and animation collection (2004)
96. Cowboy Bebop (2001)
97. After Hours (1985)
Maratón 18
98. North by Northwest (1959)
99. Cero y van cuatro (2004)
100. Grégoire Moulin contre l'humanité (2001)
101. The Matrix (1999)
Maratón 19
102. Good bye Lenin! (2003)
103. Carla’s song (1996)
104. Eternal sunshine of the spotless mind (2004)
105. Le fabuleux destin d’Amélie Poulain (2001)
106. Silent movie (1976)
107. Shrek 2 (2004)
SEGUNDA TEMPORADA
Maratón 20 a y b
108. The Wizard of Oz (1939)
109. Los olvidados (1950)
110. Alfie (1966)
111. Wallace & Gromit in the Curse of the Were-Rabbit (2005)
112. Hauru no ugoku shiro (2004)
Maratón 21
113. The Great Dictator (1940)
114. Step into liquid (2003)
115. La marche de l'empereur (2005)
116. Corpse bride (2005)
117. El Vampiro (1957)
Maratón 22
118. Alfie (2004)
119. Strange Days (1995)
120. Shutter (2004)
Maratón 23
121. Give my regards to Broad Street (1984)
122. V for Vendetta (2005)
123. Buffalo '66 (1998)
124. Oliver Twist (2005)
lunes, noviembre 13, 2006

En este momento, y mientras más adentro de mí voy
me desconozco y desconozco a los que me rodean...
descubro y reafirmo lo que soy y lo que no.
Me asusto, me alegro, me rindo.
Por lo pronto parece que mi autoestima
se encuentra en franca recuperación y eso
puede hacerme feliz... me sienta bien.
No deseo confrontar a nadie pero esta búsqueda
me antepone a otros deseos. Deseos de los otros,
que no puedo realizar.
Aquí estoy, dentro de mí, y sigo más adentro...
tal vez llegue a algún lugar cálido, que no sea inhóspito
y me quede a vivir ahí.
Imagen de Jaime Carbo (encontrada sin queren en la red)
miércoles, noviembre 08, 2006
lunes, noviembre 06, 2006

Peces de Ciudad (Universitaria)
¿Masculino vs Femenino?
viernes, noviembre 03, 2006

Esta soy yo en la fila del Palacio de los deportes el pasado 31 de octubre, día memorable, imborrable, y de satisfacción total. La foto es cortesía de Karenushka... ¡la reina de la cámara y fotógrafa oficial del concierto!
Vayan por un cafecito… y si gustan éntrenle a la reseña que les comparto.
La noche del 30 de octubre no dormí muy bien. Tuve pesadillas sobre el concierto. Resulta que en mi sueño no llevaba yo ni un quinto para ningún méndigo recuerdito. Conseguía que mi mamá me prestara 150 pesos y pensaba que por lo menos tendría para una camiseta. Lo malo es que además de todo, ya íbamos tarde… ¡era de noche!
Total que la mañana del martes estaba muy cansada, pero con el entusiasmo y la cosquilla de un día inolvidable por delante, por vivir un momento intensamente anhelado, por observar cómo era el día que tanto había estado soñando desde que salió a la venta Meds.
Desayuné lo más completamente posible. Traté de tomar las mayores fuerzas que la comida pudiera darme para que el día se fuera así más ligero.
A las nueve de la mañana estaba aterrizando en la fila del Palacio de los Deportes, ubicada en la puerta 9.
Ya por medio de mensajillos de celular sabía que Karenushka había llegado y que no la habían dejado pasar porque no traía boleto ya que yo lo tenía conmigo. Lamenté no haber llegado más temprano para pasar al famoso gallinero (unas rejas que encerraban a los que habían llegado más temprano, habían pasado la noche, le dieron una lana al de seguridad y le hicieron la llorona). [Esos afortunados que entraron minutos antes que nosotros “la segunda tanda”].
Cuando llegué sólo quería correr para llegar algunos segundos antes. Alcancé a ver a Karenushka quien me tranquilizó y me alentó para que ya no corriera porque de cualquier forma ya no entrábamos al gallinero.
Me dio mucho gusto ver en persona a la Special_Kare, quien ya era mi hermana de sangre Placeba. Con quien compartí parte de la emoción previa al concierto y toda la preparación mental y física para el evento. La cual no fue excelente pero sí suficiente para no volverme loca.
Comenzamos a hacer migas con las dos únicas personas que estaban antes que nosotros en esa fila (Karen y Jesús -se les unió Adriana más tarde-). Platicamos de lo más alivianados, nos apoyamos para buscar ocasionalmente la sombra, me pintaron las uñas de negro para pasar el rato y ponerme alegre. Echamos desmadrito chido, leve. Nos tatemamos en el Sol que da gusto. Mi color rosa se volvió poco a poco rojo intenso. No llevaba protección ya que en mi alucine pensé que lo que tendría sería frío y no calor. Hoy, viernes, todavía estoy quemada…
Eric me estuvo mandando mensajes por el cel preparando la sorpresa de caerme en la fila lo más temprano que le fue posible y pues me acompañó en casi todo el trayecto, espera y azote.
Temprano, como a las 11 de la mañana comí lo último que permití que entrara a mi cuerpo antes del MAGNO EVENTO, me deleité con una súper hojaldra de champiñones con queso que mi mamá como la niña en la que me había convertido, me dio cual si fuera mi lunch pa’ la escuela, la acompañé con una naranjada y con uno que otro trago de Coca Cola… para darme valor (el valor que se necesita para estar entre tanta gente que te apretuja en las primeras filas de una admisión general).
Las horas pasaban y no se veía gran movimiento. Lo más emocionante fue que como a la una comenzaron a sonar los Placebos dentro del Palacio. Eric me decía “ahí están” y yo “no, cómo crees que van a ser ellos”… “¡ah, no pos sí son! ¡aaaah!” El chequeo de sonido estaba en pleno y nosotros alcanzábamos a disfrutar de los acordes de sus rolas desde horas antes del concierto. Tocaron dos veces Drag ¡qué mejor que Drag para ir calentando motores. ¡¡¡Me estaba sobreexcitando a ocho horas de la hora de la verdad!!!
Durante la mañana los monitos de seguridad se acercaban a decir que no permitirían que nadie se metiera en la fila… que estábamos advertidos que nadie iba a pasar… que ellos eran hijos de Superman y que no sé qué más mamarrachadas. En algún momento, cuando amenazaban con movernos para organizar la entrada al Palacio uno de los de seguridad comienza a gritar bien loco que ya estábamos advertidos y que nadie iba a entrar por culpa de los que se metieron, uno de esos cuates me ve directo a los ojos y me dice… ¡tú vas a ayudarnos a identificar a los que se metieron! Yo pensaba… “¡chale! ¿que yo quéeee?” (¿me habrán visto cara de honesta o de delatora o de mamá de los chamacos?), pero pensándolo bien, era mejor que yo pudiera decir quién se había metido, porque podía decir que Eric había llegado desde temprano conmigo. Ñaca, ñaca. Total que cuatro de los que estaban haciendo mosca por allá donde estábamos nosotros decidieron por su propio pie irse a formar donde correspondía y eso nos alivianó el ambiente… fui muy macha a decir que ya habíamos quitado a los que estaban de más y que ya no dependía de nosotros que no nos permitieran el acceso.
En algún momento de la tarde nos fueron dividiendo, muuuy injustamente, por tandas… los del gallinero por un lado, los de afuera del gallinero por otro y por partes. Lo cual hacía que gente que había llegado muchas horas después pudiera tener un lugar tan bueno (o mejor) como el de uno que llegó desde las 8 de la mañana. Y la neta es que ¡esas son ma-ma-das!
Cuando dieron las seis de la tarde comenzamos a entrar al Palacio. El momento por el que habíamos estado esperando, ¡llegó! Por fin sabríamos qué tan cerca de la banda estaríamos. Nos decían que no corriéramos y la neta es que como tengo mucho respeto por la autoridad y las reglas, no corrí lo que yo hubiera querido, Eric y yo íbamos de la mano caminando lo más rápido que nos era posible hacerlo.
Cuando llegamos a la pista buscamos el mejor lugar posible. Del lado derecho (viendo de frente al escenario) y lo más pegados a la valla una persona a la izquierda y dos enfrente nos separaban de la misma. Me ubiqué a seis pasos de donde estaría el mismísimo Brian Molko en carne, hueso y energía. No me la creía que fuera a estar viéndolo tan cerca, que fuera a estar cantándonos desde esa distancia. No creí mi suerte hasta que la vi y decidí no moverme el tiempo que mi cuerpo resistiera.
Más de dos horas de apretujones, de estar de puntas, con equilibrio precario, de no poder respirar gran cosa, de soportar partes del cuerpo de otras personas casi incrustadas en el mío y saber que las mías estaban cerca de las de alguien más. Para mi fortuna, casi toda yo estaba incrustada en Eric, así que no había fijón.
A las ocho de la noche, aproximadamente, salió un DJ que según muy acá, muy mamucón. Abrió su “programación” con Hot, hot, hot de The Cure y pensé que estaría rico esperar a Placebo así, pero después ya música debrayó en cosas que la neta nomás no, con excepciones muy contadas.
Lo fantástico del DJ fue que salió a las ocho, lo cual daba la oportunidad a que Placebo saliera en punto de las ocho y media como decía el boleto. A las ocho y media más o menos se fue el mentado monito y la tensión se volcó en la espera de lo inminentemente cercano e irreversible que era la salida de Placebo al escenario y más cuando los instrumentos estaban siendo probados y la batería era descubierta (ese momento fue sencillamente rotundo).
Para ese punto… yo ya no creía nada… entre el aire que me faltaba y que luchaba por obtener y la excitación acumulada por meses, todo comenzó a parecer un sueño… me sentía flotar y los colores los apreciaba más intensos. Veía cómo el escenario estaba dispuesto de gran forma… cómo se ordenaban sobre él una serie enorme de guitarras de todos tipos y colores, cómo la negra batería se veía enorme y los micrófonos tan brillantes como mis ojos al ver el espacio donde Placebo estaría interpretando su música… mí música, mi alma.
Casi a las nueve o a las nueve… se siente el momento más estrepitoso de la noche, el momento en que Placebo sale al escenario. Mientras sonaban las notas de Infra-Red recibimos al trío y sus secuaces. Primero Steve, quien se veía relajado, alegre y satisfecho, después Stefan quien se veía muy alegre y dispuesto a gozar de sí mismo sobre el escenario y finalmente ¡¡¡MOLKO!!! quien se veía con toda la disposición a entregarse como pocas veces lo había visto en imágenes de la Gira Meds.
Brian comenzó a cantar con mucha potencia… ¡¡¡¡¡con energía vitalizante, vigorizante, excitante…!!!!! Jamás podré borrar esta magnífica sensación que provocó escuchar There’s gonna be an accident… I’m coming up on Infra-red… al mismo tiempo que sentir la profunda y materializada mirada de Molko sobre la parte del público en la que yo estaba. Ahí no supe de mí, durante la interpretación de Infra-red viajé al mismísimo centro del placer y del gozo. No imaginé la vida que inyectaría Molko por medio de sus ojos y su voz a mi pequeño cuerpo ardiente de deseo Molkiano.
Para la segunda canción reconocí que el escenario tal como estaba, los Placebos justo como aparecían, que la luz tal cual la percibía… ya la había soñado. Reconocí todo de un sueño cercano y me puse a flotar sobre una superficie más densa y cálida.
En las canciones siguientes, que fueron todas de Meds (Because I want you, Meds, Space Monkey, Drag) yo ya luchaba por mi bienestar. Deseaba continuar cerca de Molko pero la búsqueda de libertad de movimiento y aire fresco me fueron impulsando a buscar la salida. Eric hizo lo más posible por hacer que el momento fuera disfrutable y me ayudaba a luchar en contra de las adolescentes “jariosas” que tenía a mi lado.
El momento de Space Monkey fue otro de esos que mis ojos mantendrán vivos de aquí al día de mi muerte. Fue el momento en que sentí a Molko más cercano a mí, mero enfrente, juguetón con su altavoz, divertido ante la audiencia. Con esos ojos profundos que mueven pasiones, montañas y poros abiertos y sensibles.
Llegó el momento en que tocaron Soulmates y yo no lo podía creer. Ahí decidí salirme del lugar en el que nos encontrábamos y buscar otra forma de disfrute del concierto. La versión de Soulmates fue deliciosa, la sentí incluso en el paladar, en mi lengua y se me metía entre los dientes. Tragué ricas sensaciones gracias a la rola y solicité a Eric me ayudara a llamar a los monitos de seguridad para que me sacaran por el único lugar posible, por arriba de la gente. Logré salir del tumulto con Brian cantando ¡¡¡I know!!! en una versión madura y sencillamente hermosa, eléctrica. Mientras la escuchaba me encaminaba al agua que por fin tomaría después de no sé cuánto tiempo, un agua racionada ya que “¡sólo tenemos un garrafón!”
Eric me alcanzó y nos fuimos a disfrutar otra perspectiva del momento, más relax, a mitad de la pista, con aire fresco, unas cocas y muuucho espacio para brincar, bailar y cantar de lo lindo, con la energía que el tumulto ya no me quitaba. Para esa etapa del disfrute llegaron canciones que hicieron vibrar mis entrañas, mi cerebro, ¡¡¡mis venas!!! Entré en shock con la versión que nos regalaron de Every you every me, la vibré de una forma que hasta a mí me sorprendió. Lo que no me sorprendió es cómo reaccionó mi cuerpo y alma con Bionic, la canción que pensé que podrían tocar y que sabía que si la tocaban volaría por sobre los otros 20,000 asistentes al concierto. Así fue. Toqué el cielo… ese simple y sencillo “solo de guitarra” (por decirle de alguna forma) pudo impulsarme por sobre todo y sobre todos. ¡¡¡Pinche Molko!!! ¡Cuánto es posible sentir gracias a su voz! Nuevamente una canción de su primer disco, pero cun una madurez que hizo de la canción algo nuevo y mágico. Tal vez el momento cumbre fue cuando tocaron One of a kind. Molko estaba fascinado haciendo caras, divertido realizando movimientos de acuerdo con la letra de la canción. On top of the world you get NADA... done... Ver esa entrega me hizo llorar de placer… llorar de alegría… brincar del encabronante agradecimiento que sentía porque se me permitiera gozar de este momento de felicidad plena. Blind estuvo ahí para estremecer mis músculos y alebrestar mis reflejos y mis emociones.
Cerraron con The bitter end antes del breve encore que nos obsequiaron con joyas como Running up that hill y Taste in men en las mejores versiones que les he escuchado. Las notas finales de la magistral versión de Twenty years nos dijeron hasta pronto y nos invitaron a seguir amando la música de Placebo.
Quise tomar nota de la set list tal cual la presentaron en nuestro escenario, pero entre la multitud, la emoción y todo lo demás… no logré hacerlo… después ya no me importó.
El público y la banda se entregaron por igual y eso valió la pena de ser visto y vivido. El concierto fue vitalizante y luminoso, ardiente y sincero.
Terminé agotada, adolorida, quemada, acalambrada, muda… satisfecha…
Me había prometido disfrutar al máximo este concierto y me lo cumplí con creces, yo misma me dí más de lo que pensé… La expansión de mi alma no termina… no sé a dónde me lleve y no pretendo detener todo esto que me pasa… me siento plena… enamorada… lo mejor de todo es que también siento todo el amor que viene hacia mí y me hace sentir todavía más felicidad.
Seguro que hay más… mucho más que pueda expresar, pero por hoy… hasta aquí llegué… ¡qué retequechido es recordar todo esto!
miércoles, noviembre 01, 2006

El concierto de Placebo que acabo de presenciar representa uno de esos momentos que jamás, pero jamás-jamás-jamás podré olvidar por una serie de cosas que sentí, viví, vibré, ví, probé, pensé, y a las que me entregué lo más flojita y dispuesta que pude.
Tengo muchas cosas que decir al respecto de las 15 horas que pasé en y al rededor del Palacio de los Deportes, pero ahora como una primera aproximación tengo que comentar que:
Soy muy, muy, muy feliz... desde lo profundo hasta la superficie y pasando por todas y cada una de las capas de mi ser a cualquier nivel posible.
Amo inmensamente a Molko, adoro al otro par, y soy más más más fan de Placebo que hace tres horas (justo antes de que comenzara el concierto)
Amo todavía más a Eric, el más genial apoyo que haya podido tener para este día y este momento tan especial. Este día no hubiera sido lo mismo sin él.
Molko es todavía máaas guapo y cachondo en persona y de cerquita. es capaz de provocar todavía más de lo que ya sabía que podía ser capaz. Tiene una habilidad maravillosa para contagiar con su simple presencia.
Los Placebos se veían fascinados con el público y entregados y felices como no los había visto en ninguno de los videos de esta gira que circularn en YouTube.
Placebo cada vez toca mejor.
Valió la pena cada uno de los minutos de las 15 horas que estuve dedicada al placer del concierto y valió la pena también cada pinche peso que pagué por el concierto y los recuerdillos.
Las canciones de Placebo, todas, son dignas de ser interpretadas en el escenario gracias a la calidad interpretativa y magnífica comunicación con el público que tiene el trío de geniales músicos que son.
Las lágrimas derramadas en canciones específicas (Blind, One of a kind, Running up that hill) las recordaré y sentiré con pasión desmedida de ahora en adelante, así como los susurros de Eric durante Running up that hill.
Every you every me y Taste in men, son unas e mis nuevas rotundas favoritas.
Meds es todavía más chingón disco de lo que supe hasta antes del concierto.
Jamás regresaré a experimentar las primeras filas de un concierto de admisión general. Valoro el aire que respiro y la posibilidad de tener libertad de movimiento.
En fin... hay un chingo de cosas más que debo platicar, pero hoy, ahorita recién llegada era lo que más ganas tenía que decir y seguramente lo publicaré aquí y allá... así que no se quejen. Y tampoco se quejen si hay segunda, tercera y hasta cuarta parte.
¡AMO LA VIDA!
¡LOS AMO A TODOS!
***
(¡Hiperfeliz aniversario, mi amor!)
martes, octubre 24, 2006

sábado, octubre 21, 2006

Peces de ciudad (yes, of the City... those little excuses)
martes, octubre 17, 2006

jueves, octubre 12, 2006

¿Blogmanía?
miércoles, octubre 11, 2006

Recuerdo que cuando estudiaba el bachillerato fue mi compañero un cuate, que según mi memoria se llamaba Omar, este chavo estaba loquito por The Cure. El cuate llegaba a grados que yo consideraba realmente clavados (como si yo nunca hubiera estado loca por Los Beatles o por George Harrison o por David Bowie, a grados, tal vez más gruesos que los de este chavo). Este tipo se peinaba muy a la Robert Smith, y creo que algo de él le hacía sentir que se parecía al Smith (ahora que lo pienso, chance sí, hasta eso... ). Había rasgos en la actitud de este hombrecillo que me hizo desarrollar prejuicio por The Cure y por lo que tenía que ver con Robert Smith (lo que me hace reflexionar en la gente que seguramente sintió algo similar debido a mi alucine con Los Beatles, Bowie y Harrison... ¡chale! ¡qué malviaje!).
miércoles, octubre 04, 2006

lunes, octubre 02, 2006

viernes, septiembre 29, 2006

En mi concepción de la vida citadina el pesero es aquel transporte que de forma de microbús o de combi, transporta "gente", de un sitio a otro.
Busco en Internet y me encuentro con que esa concepción es la que está generalizada, por las definiciones con las que me topo, por ejemplo:
Los peseros son esos artefactos con ruedas que nos trasladan de forma casi milagrosa de un lugar a otro de la ciudad. Fueron bautizados en la época en que el precio del pasaje era de un pesito. Posteriormente algunos seres, con muy mala intención por cierto, los renombraron como "pecerdos".
A pesero is a form of public transport, most commonly seen in Mexico City. Its name derives from the fact that the first incarnations of this form of transport charged a flat fee of one peso per ride (hence the name "pesero" which could be interpreted as "peso collector").
De entrada me parece que mi idea general y práctica no es incorrecta. Sin embargo hoy en mi trabajo me entero que esas ideas son incorrectas. Yo decía que el pesero era tanto un microbús como una combi. Mis amigos dicen que el pesero sólo es la combi y que los microbuses son eso... microbuses... solamente.
¿Qué opinan?
miércoles, septiembre 27, 2006
1. Me llamo Mariana.
2. Nací un día después de lo esperado.
3. Mido 1,54 m.
4. Hoy peso 67 kg.
5. Admiro horrores a mi mamá por haberme sacado adelante sola.
6. Soy fan de Los Beatles desde que tenía 12 años de edad.
7. A Los Beatles llegué a través de David Bowie.
8. Mi amor platónico más dulce es George Harrison.
9. Mi amor platónico más ardiente es Brian Molko.
10. Amo a Placebo desde hace dos años, y la pasión que por mí despierta la música del grupo es lo más intenso que haya sentido jamás… (que yo recuerde)
11. Desde los 19 años me diagnosticaron Porfiria Aguda Intermitente.
12. Mi primer trabajo formal fue en la biblioteca del IIMAS de la UNAM, en la primer semana de mi ingreso a la Universidad como estudiante de la carrera de Bibliotecología.
13. Estudié el Bachillerato en la ENBA por flojera de estudiar la preparatoria o algo similar a la secundaria.
14. Decidí ser vegetariana a los 6 o 7 años de edad.
15. Amo a los animales.
16. Estudié Ballet cuando era niña y la calificación más alta que me dieron los de la Royal Academy of Ballet fue “pass” (es decir panzazo).
17. Mi primer CD fue Traveling Wilburys Vol. 1
18. No fui buena lectora hasta que conocí las novelas de Agatha Christie en el bachillerato
19. Sigo sin considerarme buena lectora.
20. Me encanta chatear con mis amigos.
21. Me repatean Los Doors.
22. No sé manejar, ni me interesa.
23. Mi más grande sueño es ser locutora de radio.
24. Amo la Ciudad de México, pero me choca que haya tanta gente.
25. Me fascinaría tener el dinero para hacer un refugio para perros de la calle, abandonados y maltratados.
26. He tratado de leer “El retrato de Dorian Gray” mil veces y no puedo, creo que jamás podré.
27. En el bachillerato moría de amor por Javier, mi maestro de Estadística.
28. En la primaria no me hacían revisión de piojos porque era güerita y a las güeritas no se le suben los piojos. Por eso mismo me sentaban junto a las niñas que sí tenían.
29. Fui en la primaria Independencia, pero siempre quise ir a la Olavarría.
30. En mis quince años me regalé el L.P. de Roy Orbison “Mystery girl”
31. Mi máximo sería viajar a Montevideo y a Praga.
32. Mis lugares favoritos hasta hoy son Cabo Sounion, Bhaktivedanta Manor en Watford Inglaterra, cualquier rincón de Liverpool, CU, una trajinera de Xochimilco…
33. No tengo hermanos carnales, hay veces que siento que me hubiera gustado tener un hermano.
34. Tengo tres medios hermanos a los que adoro pero casi no veo… bueno a uno de ellos definitivamente ya no lo veo.
35. Vivo con mi mamá, desde siempre.
36. Mi papá nos dejó cuando yo tenía tres años.
37. Nací con tercio medio de paladar endido, me hicieron cirugía como a los dos años. No recuerdo nada sobre ello.
38. Me gusta el idioma Inglés y lo aprendí con la práctica en mis viajes a Inglaterra.
39. He ido 5 veces a Inglaterra e iría cada año si me fuera posible.
40. Mi animal preferido es la suricata
41. Me encanta ver futbol. Me fascina la época de mundiales, copas europeas y esas cosas.
42. Durante algún tiempo le fui al Cruz Azul.
43. Ahora le voy a los Pumas, pero no los sigo. No sé ni cómo vayan.
44. Soy una fan de U2 en potencia.
45. Lamento mucho no haber podido ver a Coldplay y a Travis en sus más recientes giras por México.
46. Me encabrona pensar que podría no ganar primera fila en el próximo concierto de Placebo.
47. Mi platillo favorito son las enchiladas de queso, de cualquier tipo (las enchiladas y el queso). Las comería diario.
48. Comería un tarro de cajeta en una sentada.
49. Me ultrafascinan las crepas, sobre todo las de la Condesa, es más, sólo las de la Condesa.
50. Para que un hombre me guste debe ser lampiño.
51. Para que una mujer me guste, también debe ser lampiña.
52. He besado a tres mujeres, y he visto que es lo mismo besar a una mujer que a un hombre.
53. Uno de los momentos más felices de mi vida fue cuando conocí a Paul McCartney y le logré sonsacar un beso en la mejilla.
54. El primer beso que me dio Eric es EL beso inolvidable de mi vida.
55. Mis cachondeos más intensos los acompaño de Brian Molko, George Harrison, Adrien Brody, Liam Neeson o Ralph Fiennes.
56. Soy hiperfriolenta.
57. Me rechoca el frío y la lluvia.
58. Me mata el helado, me podría tomar litros y litros si no supiera que tiene tanta grasa.
59. Me da mucha flojera aprender un idioma diferente al español y al inglés.
60. Me gustaría perfeccionar ambos y hablarlos, escribirlos, entenderlos a la perfección.
61. No me sé todas las canciones de Los Beatles, ni de George Harrison, ni de Placebo… no es mi hit memorizar canciones.
62. En cuestiones musicales me gusta conocer cosas nuevas, pero lo que me gusta-gusta-gusta se limita a un sonido muy particular que creo que está cubierto por todo aquello que me gusta.
63. De repente me sorprendo con cosas nuevas que siento que debieron estar en mi vida siempre. Como por ejemplo Human Drama, que descubrí hace un año apenas.
64. Tomé clases de guitarra en la Yamaha cuando tenía 13 años, pero la teoría me dio una profunda flojera.
65. Sé tocar puras rolitas pendejeras. Facilitas, por favor.
66. Me gustan rolillas de Daniela Romo, José José, Pandora… creo que el naco que llevamos dentro tiene derecho a salir de vez en cuando.
67. De niña pensé que que sería bailarina o arquitecta… chance maestra.
68. Me encantaría dar clases de inglés a niños pequeños.
69. Soy capaz de escuchar las canciones que me gustan, días enteros sin descanso.
70. Algunos edificios han provocado mis lágrimas, la Catedral Anglicana de Liverpool y la Catedral de Saint Paul en Londes, así como las construcciones del Park Güell.
71. La vez que más rico he comido ha sido en el Bhaktivedanta Manor de Watford.
72. Debo dos materias en la Universidad.
73. Me gusta ocasionalmente, darme un viaje gracias a la mota.
74. Soy obsesiva, mucho. Con lo que me gusta y con lo que odio también.
75. He tenido ganas de poder tener la oportunidad, y el valor para matar a alguien.
76. Lo peor que me podría pasar sería ir a la cárcel… no, pensándolo bien, creo que el manicomio sería mi cuarto 111.
77. Lloro con todo, por todo, hasta con Los Simpson.
78. Hay dos películas con las que he llorado por mucho tiempo, “Efectos secundarios” y “Breveheart”.
79. Sabía nadar pero ya se me olvidó.
80. Quisiera ser madre y es un plan a mediano plazo que tengo establecido.
81. Soy voyeur.
82. Me imagino a todo el mundo teniendo sexo.
83. Creo en Dios. No sé su nombre.
84. Me encanta hacer imitaciones.
85. Quisiera ser vocalista de un grupo, pero tengo pánico escénico.
86. Me encanta ir al teatro.
87. Me cuesta mucho trabajo mentir.
88. La música que escuchaba de niña eran cosas como Los hermanos Rincón, Amparo Ochoa y los cuates esos de El Rosario. También Parchis y Timbiriche, nunca me gustó Menudo gracias a Dios.
89. Me fascinaba escuchar cuentos infantiles y actuarlos en la soledad de mi niñez sin hermanos.
90. Me encantaba representar a Penny (de Bernardo y Bianca), Rapunzel, Heidi, Negrita… y demás niñas de cuento.
91. Me fascinaban las adivinanzas. Creo que ahora no soy tan buena en eso.
92. Desconfío de la gente que no mira a los ojos.
93. Desconfío de quien no le gustan los perros.
94. Me gusta leer a Milan Kundera en inglés.
95. Me choca la piratería.
96. Me vuelven loca de la emoción los maratones de cine que he organizado con mis amigos.
97. Creo que tengo pocos amigos, pero sé que mis amigos son lo mejor.
98. Me encanta escuchar, preguntar, que me escuchen y me pregunten.
99. Soy egocéntrica y ególatra.
100. Creí que me iba a costar mucho trabajo llegar a 100 y fue más fácil de lo que pensé… es más… ya se me ocurrieron muchas más…