jueves, septiembre 14, 2006



Tengo una fijación estúpida, enferma y ojete con el pasado, específicamente hablando con el pasado amoroso de mis parejas...
Creo que el origen de esa fijación es la fragilidad de mi autoestima.
Esta fragilidad nace no sé dónde... (o sí lo sé, ya ni sé)
Uno de mis recuerdos más dolorosos de la niñez es cuando una tía me decía literalmente:
"Ay, pobrecita niña tan fea... nunca nadie la va a querer"
Esas palabras me hacían llorar y mi tía me daba un "botecito" para que lo "llenara" con mis lágrimas. Aumentando así mi pena. Provocando aún más llanto y enojo.
Esas palabras marcaron mi vida en el sentido de que compré esas palabras y las tomé en serio.
Escucho que todo es cuestión de actitud. Mi pregunta es: ¿Si todo es cuestión de actitud... eso quiere decir que la belleza no existe o no importa? ¿No importa que sea fea mientras me sienta bella? ¿De dónde nace la seguridad? ¿Qué es lo que debo creer para transmitir que soy bella?
Esta es una primera aproximación a las reflexiones que el estado de mi autoestima provocan en mí...
Ayer estaba más deprimida que hoy, hoy me siento menos fea, a pesar de lo que vi en el espejo... hoy por lo menos tomé la decisión de escupir aquí un poco de lo que siento.
...

3 comentarios:

hpons dijo...

Yo te felicito amiga por sacar coraje y hablar de estas cosas. Háblalo, discùtelo, desarma todas esas historias hasta que encuentres que puedes reìrte de ellas, en vez de llorar. Encontraràs que tu tía es una persona patética que tiene que desahogar sus propias frustraciones y miedos ¡contra una niña!. ¿Tienen sus traumas que ser tus traumas?. No hagas caso, si alguna vez lo hiciste, puedes desde hoy no hacerlo màs

La autoestima depende, parcialmente, de como nos enseñaron a pensar sobre nosotros mismos. Pero la otra parte la hacemos nosotros cuando ya no somos ningunos niños. Convertirse en adulto es dejar de ser lo que nos dijeron y ser nosotros mismos, con nuestras propias ideas, proyectos, referentes. Sé libre amiga, disfruta que eres tu misma, que no eres como nadie. ¿quièn te dice que a una modelo le gusta ser modelo? ¿y si quizà quiere ser como tú? ¿y si es bella para todos menos para la persona a quien ella ama? ¿y si sueña con ser inteligente, risueña, divertida, y sensible como tù?

¿y si anhela y pide a Dios todos los dìas estar rodeada de buenos amigos como los que tienes tù? (algunos de ellos muy brillantes, cultos, bien parecidos, divertidos, que por cierto escriben excelentes textos en blog)

¿porquè no pensar en eso, en vez de pensar en el pasado, que es una cosa QUE NO EXISTE?

besos, te quiero mucho, no me gusta leerte así

sony dijo...

Uf! pues de plano que tu tía se manchó, perdóname, es tu tía, pero una de las cosas que logró con su inconsciencia y su estupidez, fue programarte. Así es, a veces los adultos decimos a los niños -y qué digo a los niños, a los mismos adultos- las cosas sin pensar y ni siquiera comprendemos las dimensiones en que podemos afectar a una persona con nuestras "inteligentes" palabras.
A veces puede ser un recurso que utilizamos para controlar a una persona o a veces simplemente es el afán de descargar nuestro enojo, frustraciones o problemas en alguien, pero somos tan egoístas que no nos fijamos que podemos dañar a otras personas.
Comprendo lo que debes sentir porque a mi me programaron de otra forma, y es realmente terrible, pues aunque ha disminuido un poco eso en mí, se me presenta de nuevo cuando quiero hacer algo importante. Por eso a veces nos estrellamos constantemente en la misma pared, mientras no sanemos esas heridas, seguiremos estrellándonos en esa misma pared sin lograr romperla. Sin embargo es bueno que entiendas el origen de esta frustración, ya que es un buen comienzo para empezar trabajar con ello.

Mariana dijo...

Señorita Karenushka: ¡Qué milagro que la encuentro por aquí! Yo creía que nomás en el fotolog l vería. Gracias por abrir tu corazón y platicar conmigo.

Héctor: ¡Qué chido eres! Mis respetos. Tú siempre me animas. ¡Qué palabras tan hermosas!

Sony: ¿verdad que sí se pasó? Tal vez nunca se dio cuenta, pues.

Karis: Tengo muchas cosas que aprender de ti. Esa seguridad me la deberé estar aprendiendo en esta nueva etapa de mi vida. Gracias por decirme maravillosa... no sé si lo soy, pero sí me haces sentir genial.