"The Big O"
El 6 de diciembre de 1988 recibí uno de los sustos más grandes cuando un locutor (Carlos Martínez Córdova,
la voz atrapada en tu radio) dijo
"el mundo de ha puesto de luto"... y puso una canción de Los
Traveling Wilburys, con lo cual nos indicaba que cualquiera de los 5 podía haber muerto. Finalmente después de unos angustiantes anuncios, regresó con la noticia de que Roy Orbison, poco después de la puesta en venta del primer disco de los
Traveling Wilburys, había muerto de un ataque al corazón.
Yo acababa de conocer a Orbison gracias a su trabajo junto con George Harrison. Me había enamorado de la potencia de su voz y de la capacidad para mostrar su estilo único en cada canción. Not alone anymore es la canción que canta él solo en el Volume One de los Wilburys, y fue una de mis favoritas del disco desde la primera vez que lo escuché.
A partir de su muerte me acerqué a su música, a pesar de que debido a que se convirtió en un hermano Wilbury, de cualquier forma me habría detenido a conocer su trayectoria, así como lo hice con Bob Dylan, Tom Petty y Jeff Lynne.
Su muerte la sufrí mucho. Por alguna razón la lloré mucho y escuché sus canciones con detenimiento por muchos días.
Poco después de su muerte comenzó a sonar You goit it, canción que se convirtió en una especie de himno para mí, que me fascinó desde el primer instante, y que fue con la que celebré mis quince años, regalándome el L.P. al siguiente año (1989).
Mystery Girl, su disco postumo, es uno de los discos que más me gusta, que más he disfrutado en toda mi vida. Es de esos discos que no tienen desperdicio, todas las canciones son buenas, todas dicen algo, todas están bien cantadas, todas están nien compuestas, todas son hermosas. Es literal y metafóricamente... un disco redondito. Lo recomiendo ampliamente. Es de los primeros que vienen a mi mente cuando me llegan a preguntar: ¿qué disco te llevarías a una isla desierta? definitivamente este sería uno de ellos.
¡GRACIAS Roy, por tu grandeza!